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Quede embarazada a los catorce, era joven, ingenua y estaba enamorada. Solía ser super activa e impulsiva; mi familia era super pobre, pero la de el no, el venia de una de las familias más respetadas de pueblo, fue todo un escándalo el asunto en donde vivía, sobre todo porque a él le había ido increíble en la ¿Cómo se le dice ahora? Psu? En ese entonces era la prueba de actitud académica, y el después de la noticia tenía oportunidad hasta de ir a estudiar a Santiago medicina. Alla donde vivía costaba que alguien tuviera recursos para estudiar, pero él los tenia, asi que deben saber que fue como que le hubiera arruinado la vida con mi noticia.
El, fue todo un caballero, como pocos. Aunque la noticia le había afectado de sobremanera, el me dijo que me fuera a vivir con el a la capital donde iba a estudiar. Y yo, enamorada, partí con el nomas, embarazada con quince años. Tuve a mi bebe allá, sus papas le pagaban para arrendar, y yo, a lo que llegamos, a los dos meces, tuve mi bebe. Me costó, no saben cuánto, yo era una cabra de campo que sabía poco de la vida y de repente me vi con guagua en una casa, conviviendo con un hombre al que amaba pero que al fin y al cabo igual era un niño. Nos costó, pero fui muy feliz, con mi marido seguíamos muy enamorados, yo lo hacía feliz y el a mí, yo trabajaba en un cementerio ayudando a una señora a vender flores y llevaba conmigo a mi hijo, con lluvia y truenos si hacía falta, aun así rara vez se me refrío. Al cumplir los 17 a presión de mi familia y la de él, nos casamos para según mi mama ‘’no seguir viviendo en pecado’’. Yo estaba feliz, como dije, aunque éramos jóvenes nos amábamos, yo siempre mantenía la casa limpia y decorada con flores que me llevaba del cementerio, trataba siempre de mantener feliz a mi marido con flores y chistes, nunca dejaba que se deprimiera.
Cuando empezaron a ser más caros los materiales de mi marido en su universidad empecé a hacer queques y los iba a vender cerca de su universidad, madrugaba para cocinar, después trabajaba en la florería y después vendía los queques, con mi hijo amarrado en mi espalda con telas. Y allí paso. Supongo que si quiero confesarme tenía que contextualizar.
Un día mi marido venia el con otros tres compañeros y una compañera, jamás me olvidare. Ellos parecían de lo más cuicos, abc1 junto a mi marido, estudiantes de medicina, y un aire algo superior. A mi jamás me había presentado a nadie. Vi cuando él me vio, y vi cuando uno de ellos se acercó a comprarme (ya me había comprado antes). Yo, aunque sabía que estaba impresentable sonreí de lo más amigable. Mi marido junto a los otros se acercaron y la chica me pregunto si el niño que llevaba a mi espalda era mi hermanito (yo en ese tiempo me veía hasta más joven que mis 17) le dije que no y le explique que era mi hijo, tratando de ser lo más simpática y esperando a que el me presentara, me acuerdo que cuando me gire a mirarlo pude ver en su mirada que estaba nervioso, y me di cuenta que no iba a decirle quien era, que era su mujer, y el hijo que tenía era suyo. El me compro también, EL, y luego les dijo a sus amigos que se fueran. Termine de vender y me acuerdo de que me fui llorando desde esa estación hasta mi casa, a pie. Con mi hijo en mi espalda, llorando de pena, sentía que le había robado su vida a mi marido, aunque él no lo demostraba abiertamente, si percibía que el igual lo creía. Cuando iba a mitad de camino sentí rabia por el desaire, pero cuando iba llegando a casa me di cuenta de que no era yo sola, tenía un hijo, un hijo al que amaba y quería darle lo mejor. Así que me trague el orgullo y cuando llego a pedirme perdón, lo perdone. Pero ya nada fue igual, yo era una mujer sin nada, y darme cuenta me lleno de terror, así que termine el colegio y entre a toda costa a la universidad, después de que también me había ido bien en la psu, no tan bien como a mi marido, pero si lo suficiente. Me puse a estudiar leyes, mi marido quería que estudiara algo como enfermería, pero yo me negué, quería tener algo yo bueno sin compartirlo con él. Con bebe y todo me fue excelente en la u, aunque tuve que congelar dos años porque mi hijo se enfermó. Pero la termine. Me esforcé por ser lo mejor, siempre presentable, siempre en línea, siempre elegante y siempre dulce, para que mi marido jamás tuviera queja de mí, para que nunca tuviera comentario negativo para mí y nuestro hijo. Y el realmente me decía que siempre era feliz. Me presumía ahora con sus colegas, y siempre me alagaba por lo bien que mantenía la casa y al niño aun trabajando. Así que comprenderán que me sorprendí cuando hace una semana lo pillé saliendo de un hotel con una chica 15 años mas joven!!, y saben que me dijo? ¡Me dijo que era porque yo ya no era como la niña que había sido antes, esa de al que se había enamorado cuando vivíamos en nuestro pueblo natal!!! ¿¡PUEDEN CREERLO!? ¿pero sabes que? Quizá gracias a ti ahora soy quien soy, y lo digo porque sé que en tu vida no leeras esto. Gracias a dios mi hijo se crio bien. Eres un conchetumadre y te deseo lo mejor. Quizá sea vieja para publicar por aquí, pero ahora que acabo de terminarme mi tercera piscola y dejo de escribir, me siento de lo más relajada, casi como si me hubiera quitado un peso de encima. Y no, ya no lo amaba. Saludos.

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Karina Benavides Hidalgo Sha. La loca seca. Cualquier capacidad de entrega y superación. Si es verdad, menos mal que se pegó el palo y lo mandó a laar. Ahora que se hizo camino a disfrutarlo no más po. Mostrar más reaccionesResponderMensaje
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Angela Catalina Quiero tener tu fuerza.... Quiero tener tu garra para sacar adelante a mi hija te admiro totalmente Mostrar más reaccionesResponderMensaje
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